Edward Ricketts: el legado de un hombre sabio

Se podría decir que el confinamiento no son las circunstancias perfectas para llevar a cabo la investigación marina, donde se supone que tienes que realizar campañas, hacer muestreos en equipo, o intentar concentrarte en un laboratorio atestado de gente. Pues nada más lejos de la realidad. Durante la soledad se puede leer, y lo más importante, reflexionar sobre lo que lees; desde mi humilde opinión siempre pensé que ésa era la mejor manera de hacer ciencia. ¡Y así fue como le descubrí!

 

   Ed Ricketts

 

Durante el confinamiento, una noche que aparentaba ser una más, tras acabar un libro de John Steinbeck –que sin duda está en mi lista de favoritos- pensé que nada mejor que hacer en aquellos tiempos de incertidumbre que seguir disfrutando de su literatura. Y así fue como a la mañana siguiente me fuí rápidamente a mi ordenador a buscar otro libro que llevase su firma. Puse en Google “John Steinbeck” y en una de las entradas leí “biólogo marino”. Aunque mi objetivo era otro, decidí poner mi ratón en ese titular que tanto me llamó la atención. ¡Qué maravillosa sorpresa! Aquel día leí un artículo en el que se narraba que uno de los mejores amigos de Steinbeck en su etapa de Monterrey (California) fue un biólogo marino que se llamaba Edward Ricketts, y que muchos no saben que fue el protagonista de uno de sus más aclamados libros, el famoso Doc de Cannery Road. En palabras del propio premio Nobel, Ricketts marcó su trabajo literario durante aquellos años en los que compartieron mesa, música y tertulias, puesto que “Doc escucharía cualquier tipo de tontería y la cambiaría por una especie de sabiduría. Su mente no tenía horizonte y su simpatía no tenía distorsión”. Tal era la pasión de Ricketts por su trabajo que consiguió que Steinbeck se embarcase con él en una expedición marina de seis semanas al Golfo de California. Durante el viaje -que cubrió 4.000 millas naúticas- descubrieron 35 nuevas especies marinas. Al año siguiente se publicó el libro basado en su expedición -Mar de Cortés- que aunque le dio fama a Steinbeck fue escrito con la colaboración de ambos.

Pacific Biological Laboratories de Ricketts en el 800 de Cannery Row

 

Sin duda Edward Ricketts (Chicago 1897 – Monterrey 1945) no era un biólogo marino cualquiera. Sin apenas dinero y financiación creó en Monterrey un laboratorio que conseguiría el mayor archivo de organismos marinos intermareales que habitan la costa oeste de  los Estados Unidos; valiosa información que fue recopilada en su maravilloso libro Between Pacific Tides. Pero no solo eso lo hace grande; estableció las bases de la ecología marina y supo llevar su conocimiento científico más allá de la propia biología. Dedicó parte de su vida a entender todo lo que le rodeaba, observando los organismos y sus relaciones de dependencia y predación. Llegó a tener una visión holística del mundo que hizo que para él “no hubiera diferencia entre un buen poema, una pieza musical interesante o una araña marina”. En palabras suyas “la importancia de las relaciones entre los individuos y sus entornos -y también entre ellos mismos- está intrínsecamente relacionada con todo lo demás; y por tanto comprender la naturaleza significa discernir las relaciones de sus partes constituyentes”.

 

1925. Teresa López, Mary Cal (María de la Luz Rodríguez de Cal), Irene Longueira (Irene Rodríguez de Longueira) vendieron a Ricketts su antigüa fábrica de ahumados que Ricketts convertiría en su

laboratorio. (fuente: https://spanishimmigrantsintheus7.wordpress.com/)

Estas maravillosas reflexiones partieron de su laboratorio, que además de un refugio en el que poder trabajar se convirtió en un lugar de encuentro con científicos y artistas donde poder debatir cómo la biología, la literatura y la música podrían dar un poco de luz a aquella sociedad incierta de los años 30 que se enfrentaba a la gran depresión. Y cuál ha sido mi sorpresa que su laboratorio fue anteriormente una fábrica que pertenecía a una familia gallega – “las Longueiras”- que emigró desde Galicia a Monterrey a principios del siglo XX para regentar una fábrica de ahumados. Yo como científica, amante de la literatura y gallega creo que he conseguido cerrar un maravilloso círculo. Y por supuesto, gracias a los escritos que Ricketts nos dejó corroborar que la ciencia es algo que va mucho más allá de publicar unos buenos resultados.

 

Referencias

Ricketts, Edward. Breaking Through: Essays, Journals, and Travelogues of Edward F. Ricketts. By Katharine A. Rodger, University of California Press, 2006.

Ricketts, Edward and Calvin, Jack. Between Pacific Tides. Standford University Presss, 1939.

Steinbeck, John. Cannery Row, 1945

Steinbeck, John. Sea of Cortez: A Leisurely Journal of Travel and Research, 1941 (El mar de Cortés)